Mas tarde, Caperucita llega a casa de la abuelita, toca la puerta diciendo : -Abuelita, soy yo Caperucita; el lobo fingiendo la voz de la abuela le dice a la niña que pase. Caperucita entró, se acercó a a la cama y notó que la abuelita estaba muy cambiada y preguntó: -Abuelita ¿Qué ojos tan grandes tienes? y el lobo respondió: -Son para verte mejor; -Abuelita ¿Qué orejas tan grandes tienes?; -Son para escucharte mejor; -Abuelita, ¿Qué nariz tan grande tienes?; -Es para olerte mejor; y asustada, volvió a preguntar: -Abuelita ¿Qué dientes tan grandes tienes?; -¡Son para comerte mejor!!! ; y el lobo se comió a Caperucita de un solo bocado y con la barriga llena se quedó dormido.
Caperucita y la abuelita, desde dentro de la barriga, empezaron a dar gritos de auxilio. Los gritos fueron oídos por un leñador que casualmente estaba por allí y este entró a la casa y derribó la puerta de una patada y se dió cuenta de lo sucedido, desenvainó su hacha y le abrio la barriga al lobo, rescatando asi a la abuelita y a Caperucita, en seguida rellenó la barriga con piedras y la cosió. Cuando el lobo se despertó sentía mucha sed y se dirigió al pozo a beber agua, debido al peso de la tripa, cayó al pozo sin poder salir jamás. Caperucita aprendió la lección y todos vivieron felices para siempre.
...Y Chapulín Colorado...este cuento se ha acabado!!!. fin...por fin.
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